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Mostrando las entradas de diciembre, 2009

Y con ustedes... El payaso colgado de Adolphe Willette

IMAGINACIÓN Y REALIDAD EN KWAIDAN

Es interesante notar que en Kwaidan de Lafcadio Hearn, escritor, aventurero y recopilador de cuentos de fantasmas y de historias extrañas del antiguo Japón, el horror de la realidad no se manifiesta de un modo directo. En «La historia de Mimi-Nashi-Hoichi», el aeda es ciego, y ciego se enfrenta al mundo espectral sin saberlo. Los fantasmas están a su alrededor, le hablan, son una corte humana. Afuera vive el horror, pero él no lo sabe. Podríamos recordar acá un momento supremo de la literatura y del cine: las imágenes y los diálogos de Jack Torrance en el bar y los salones del Overlook en El resplandor. Torrance también estaba ciego, no veía a los fantasmas. La realidad, la monstruosa realidad, se transformaba en función del engaño. La locura, el mal, lo sobrenatural se transmutan y juegan a lo real; son pacientes, son artificiosos, nos seducen y nos lanzan por los caminos de la imaginación y del delirio. Al hablar de artificio, imaginación y transformación de la realidad, también es

LAS PERIPECIAS INÉDITAS DE TEOFILUS JONES

Por Violeta Rojo Como la memoria es algo tan raro, cada vez que leo o escucho el nombre de Fedosy Santaella recuerdo dos textos. Uno fue el primer poema que mi papá me enseñó a mis escasos seis años y dice en unos de sus versos: Me agrada un cementerio/de muertos bien relleno,/manando sangre y cieno/que impida el respirar,/y allí un sepulturero/de tétrica mirada/con mano despiadada / los cráneos machacar. A esa temprana edad aprendí que varios términos que entonces no conocía: el horror, el terror, lo fantástico y la literatura podían estar estrechamente vinculados. Como se imaginarán, uno de los pocos autores nacionales con los que puedo saciar mis ansias de muerte, sangre, maldad, violencia, fantasmas, zombies y demás entretenidos temas es Fedosy Santaella. Las peripecias inéditas de Teofilus Jones es un libro complejo, en cuya anécdota se funden el humor con ecos lejanos de Kafka y Saramago. Posiblemente parte de la diversión se encuentre en la mezcla de vari

Fedosy visitando a Pollock